En Latinoamérica, cerca de 60.000 niñas menores de 14 años se convierten en madres cada año. El embarazo infantil forzado sucede cuando una niña queda embarazada sin haberlo buscado y se le niega u obstaculiza la interrupción del mismo. Esto afecta sus oportunidades de elegir su plan de vida y trae aparejado un grave riesgo a su salud. Además, presenta un gran obstáculo para que continúen su educación. Tienen derecho a ser niñas, no madres, y a contar políticas públicas que prevengan y eviten los embarazos no deseados.